Necesitas terapia de pareja?
0Todas las parejas pasan por momentos de conflicto, situaciones tensionadas, disputas, períodos de enfado o interrupción de la comunicación. Todas las parejas encuentran divergencias, pero unas de ellas sobrepasan estos episodios y consiguen a comunicar sus sentimientos acerca los problemas con que se confrontan, aprenden a negociar e identificar estrategias de resolver las situaciones con problemas, y al final los dos llegan a conciliarse. De este modo, la pareja sigue en el camino de la vida, sin resentimientos.
En otros casos este escenario no se realiza. Cada parte se pone en defensiva y elige un modelo aprendido desde niñez. Se posiciona en la situación de víctima o agresor. La comunicación se interrumpe definitivamente, el problema inicial se convierte en “uno de los muchos problemas de la pareja” y cada uno empieza cazar los errores del otro. Los errores están atentamente monitorizados y clasificados en la orden e importancia correspondientes, se acumulan resentimientos, emociones negativas y mucha, muchísima frustración. Ambas partes tienen razón, porque se refieren a su propio verdad, construido en contra el otro. La relación es en este momento al punto de romperse definitivamente.
Cuándo es la relación predispuesta a romperse?
- La comunicación falta
La comunicación desempeña un papel esencial en el mantenimiento de la unidad e la pareja. Los dos necesitan un contexto para exprimir sus propias necesidades, para poder afirmarse y desarrollarse como individuos. Cuando “pareja” se refiere a dos personas que viven en el mismo espacio e interaccionan sólo para solucionar los problemas económicos y administrativos de la vida diaria, ésta es claramente una situación que necesita asesoramiento. Cuando los dos se tratan más como dos colegas de habitación que cómo una pareja con una relación funcional, entonces existe una falta de comunicación, de intimidad que puede ser un primer señal que las cosas van en una dirección no deseada.
- La comunicación es negativa
Cuando los problemas no se resuelven y se mantienen en el tiempo, la comunicación se destruye y se orienta hacia escoger los sentimientos negativos, las insatisfacciones y las frustraciones acumulados por los dos. Esta manera de comunicar aumenta la distancia entre los dos e introduce en la agenda emocional de la pareja los sentimientos negativos (tristeza, inseguridad, nerviosismo, etc.). No son pocos los casos en que este medio tensionado puede aumentar, y la comunicación verbal negativa puede representar el empiezo del abuzo emocional o físico, situación que lleva la pareja en un punto casi sin regreso.
- Aparece la tercera persona en la relación
Cuando una de las dos personas piensa en y considera la posibilidad de ser infiel, o uno de los dos ya tuvo una aventura con otra persona, la pareja está en peligro. En cualquiera relación, la confianza es un factor fundamental. No podemos construir una relación o mantener una asociación cuando la confianza es insegura. En situaciones como ésta, el equilibrio no se puede mantener más por causa de la aparición de unas emociones y sentimientos negativos (ira, miedo, culpabilidad), que nos impiden a mantener un nivel de cercanía e intimidad.
- Los dos siguen juntos por causa de los niños
En muchas situaciones de la vida, las dos personas siguen juntas debido a los niños, aunque la relación no existe más. Los dos no consiguieron a resolver sus problemas o encontrar las respuestas correspondientes a las situaciones de vida con que se confrontan, pero tienen la idea de que sea mejor para la crianza y el desarrollo de los niños mantener la relación en dos, aunque sólo de una manera aparente. Este enfoque no resuelva el problema principal y no asegura un futuro común, y, en la mayoría de las situaciones, esta elección será a largo término en el detrimento de los niños y no un beneficio para éstos. Los niños necesitan modelos para seguir, y los parientes son los primeros y los más importantes profesores. Manteniendo una relación artificial y ocultar a los problemas sin solución, los adultos ofrecen a los niños una perspectiva no funcional sobre la vida en dos, transfiriendo este conflicto a los menores.
Cómo llevar la relación en el camino bueno?
Cuando la presión del interior nos impide a identificar soluciones, es necesario apelar a recursos externos. El apoyo de un especialista en terapia de la relación fue en muchas situaciones un primer paso importante que ayudó la pareja a continuar en armonía y entendimiento.
La decisión de atender terapia de relación nunca es fácil. Además el estigma social y el miedo de solicitar el apoyo en problemas emocionales, hay provocaciones sobre los cuestos de este tipo de intervención, pero también convicciones personales sobre la manera de solucionar los conflictos en la relación y la necesidad de apelar al ayudo de un profesionista (“no lavar la ropa sucia en público”, “nosotros tenemos que encontrar las soluciones, porque no hay nadie en el exterior que nos pueda ayudar”).
En la práctica, encontramos algunas situaciones que impiden obtener resultados o que hacen difícil la intervención y los resultados positivos. Ejemplos de estas situaciones:
- no hay motivación para cambio en las dos personas;
- uno de los dos está llevado bajo fuerza a la terapia, bajo la amenaza del divorcio o de la separación;
- los dos vienen a la terapia con objetivos no reales (“quiero tener a mi lado un hombre perfecto”);
- ninguno no quiere revisar su comportamiento o actitud y espera que la solución “mágica” venga del exterior;
- los problemas de la relación tienen como causa la funcionalidad emocional inadecuada de uno de los dos. En esta situación es necesaria la terapia individual, como primer paso en resolver los problemas de la relación.
El éxito de la terapia de la pareja se basa en el deseo de ambas personas de cambiar, de aprender nuevos comportamientos y exprimir otras actitudes en la relación. El tiempo no cambia a los hombres. “Nosotros” representamos el cambio que estamos esperando.
Psicólogo Ionuț Ghiugan